miércoles, 24 de octubre de 2012
¿Qué es la clonación?
La clonación está en boca de todo el mundo. Y es normal. Los últimos avances científicos pueden introducir grandes cambios en la sociedad que conocemos. Está demostrado que los hechos científicos hacen cambiar a la sociedad más que los hechos políticos, aunque sean menos notorios.
En 1996, en Edimburgo, nació la oveja Dolly, primer clon mamífero. Ahora la polémica está servida con la intención del ginecólogo italiano Severino Antinori o la empresa Clonaid de clonar un ser humano.
Trataremos de que leyendo este artículo a nadie le quede ya la menor duda sobre lo que es la clonación..
Todos los seres vivos se reproducen, crean otros nuevos seres vivos a partir de ellos. Es una de sus características esenciales. Un manzano crea manzanas con semillas y un perro puede tener perritos, pero esa piedra tan bonita que adorna nuestro comedor jamás podrá reproducirse, por la sencilla razón de que no está viva.
La reproducción puede ser de dos tipos: sexual y asexual. En la reproducción sexual intervienen los dos sexos y el nuevo ser tiene características de sus dos progenitores, como ocurre en la especie humana. En cambio en la reproducción asexual no hace falta el otro sexo y el nuevo ser es idéntico del ser que ha partido. Por ejemplo, los esquejes de las plantas; si arrancamos un trozo de una planta con raíces y ramas tenemos otra planta genéticamente igual de la que ha salido.
Otro ejemplo; si arrancamos un brazo de una estrella de mar, este brazo regenera otra estrella igual. O la fisión binaria de las bacterias en la que una bacteria se divide en dos. Y esto es un clon: un individuo genéticamente igual a otro. ¿Y por qué si arrancamos un trozo de una persona ésta no se regenera? porque sus células son muy especializadas y han perdido esa capacidad de regeneración.
La reproducción de clones se ha utilizado ampliamente en la agricultura. Las plantas pueden echar vástagos, o sea brotar del suelo otro ejemplar, o se pueden injertar. La variedad de naranjas “Washington Navel” (la del ombliguito en la piel) es estéril, no tiene semillas y todas las naranjas que hoy comemos proceden de un solo árbol. Lo mismo ocurre con los platanos que comemos. Son clones. No tienen semillas y eso lo agradece el consumidor. ¿Por qué no tienen semillas? Una mutación casual lo provocó y como no se pueden reproducir sexualmente, ya que son estériles, el hombre los ha reproducido clonalmente.
Los caracteres genéticos de los seres vivos están archivados en una molécula: el ADN, DNA, o ácido desoxirribonucleico. La célula es la unidad básica de los seres vivos y todas nuestras células tienen nuestro ADN, que dice si somos rubios o morenos, si tenemos los ojos oscuros o claros, si somos de piel clara o morena, o incluso si nos gusta el cocido o no. El ADN de cada persona es distinto, no hay dos iguales, porque se ha formado a partir de dos ADN, el de nuestra madre y el de nuestro padre. Un ADN humano es más parecido a otro ADN humano que a un ADN de gorila, y éste es más parecido a uno humano que uno de mosquito, y éste es más parecido al humano que uno vegetal.
El ADN está contenido en unos orgánulos celulares que se denominan cromosomas, que están bien guardados dentro del núcleo de la célula. En una reproducción asexual la célula se divide en dos células iguales, utilizando nutrientes del medio en que vive, cada uno con idéntico número de cromosomas y ADN igual. En una reproducción sexual es distinto; los gametos o células sexuales (en el hombre son el espermatozoide y el óvulo) aportan cada uno la mitad del número de cromosomas y el ADN está formado por una recombinación al azar de los dos ADN que participan.
Está claro, pues, que el óvulo fecundado ha de tener el número de cromosomas que corresponde a su especie, y no la mitad, como posee sin estar fecundado (la otra mitad la aporta el espermatozoide en la fecundación). Hemos llegado al momento crucial. Si tomamos un óvulo fecundado y sustituimos su núcleo por un núcleo de cualquier célula de un individuo, al desarrollarse dará lugar a un ser vivo idéntico genéticamente que aquel del que ha partido el núcleo de esta célula donante.
Hasta aquí la teoría, pero en la práctica esto no es tan sencillo. No es tan fácil manipular células.
En 1952 se consiguió la clonación de las ranas. Del huevo fecundado o cigoto se extrajeron los núcleos y se inyectaron núcleos de células de la pared del estómago. En el caso de la oveja Dolly las células donantes se han tomado de la glándula mamaria, que tuvieron que ser sometidas a una desnutrición para que entraran en reposo y poder extraer los núcleos, que se insertaron en los óvulos, de los que sobrevivieron una mínima parte que fueron implantados en el útero de varias ovejas, de las que sólo una quedó preñada. Como se puede ver, el proceso es ciertamente complejo.
¿Cómo se efectuaría la clonación humana? En primer lugar, las mujeres donantes de óvulos serían tratadas con hormonas fertilizantes para producir bastantes óvulos. Sólo uno de cada cuatro de estos óvulos será viable para la clonación de embriones. Se extrae con una aguja muy fina el núcleo del óvulo y se reemplaza por un núcleo de una célula de la persona que va a ser clonada. La fusión se completa con pequeñas descargas eléctricas. El embrión ya está listo para ser implantado en el útero de un madre de alquiler. Sólo una de cada cinco obtendrá un embarazo. Y de estos no todos llegarán a feliz término, ya que se producirán numerosos abortos por todo tipo de anormalidades. Los creadores de la oveja Dolly tuvieron que realizar muchísimos intentos antes de conseguirlo.
La clonación animal puede traer enormes ventajas, como el obtener cepas de animales genéticamente iguales con utilidad para la investigación o la ganadería, pero también ofrece posibilidades inquietantes. Pongamos un ejemplo. El cerebro humano puede vivir muchos más años que el cuerpo que le sustenta; si algún día fuera viable el trasplante cerebral, existiría la posibilidad de poder crear seres clónicos a los que poder trasplantar el cerebro cuando el cuerpo empieza a fallar. O cepas de seres humanos genéticamente iguales.
Afortunadamente, el hombre es un ser complejo y no sólo es genética. En la personalidad humana, además de la genética, influyen las vivencias (como dijo Ortega y Gasset, yo soy yo y mis circunstancias) y además, según piensan muchos investigadores, el desarrollo particular del cerebro.
Artículo publicado en todo-ciencia.com:
Etiquetas:
agricultura y mundo rural,
medio ambiente,
química
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario